domingo, 27 de agosto de 2017

Ese archienemigo tocapelotas llamado acné

Llevo un tiempo pensando en escribir una entrada sobre este tema, para contar mi experiencia probando mil medicamentos, cremas, etc. hasta que finalmente, a base de prueba y error, conseguí una gran mejoría con el problema del acné cambiando ligeramente mi alimentación a una con menor carga glucémica. Y quizá, con un poco de suerte, puedo ayudar a alguien más que me esté leyendo.

En primer lugar, importante tener en cuenta: no todo el mundo tiene los mismos genes, no nos afectan los mismos factores, y siempre están esos capullos con suerte que da igual lo que coman y que se vayan a dormir con maquillaje puesto, no les saldrá ni un puto grano milimétrico.
Luego está la mayoría de la población, que sufre acné durante un pequeño período de adolescencia pero a los 17-18 ya se les ha pasado completamente.
Y por último estamos el resto de pringados, que nos dura varios años más y nos volvemos locos buscando una solución y probando mil cosas.

En mi caso particular he probado de casi todo: pastillas antibióticas vía oral, toallitas de eritromicina para uso tópico, crema de peróxido de benzoílo, píldora anticonceptiva por si era un desequilibrio hormonal, ácido glicólico ... De todo esto, lo que a mí particularmente me funcionó mejor fue la eritromicina y el peróxido de benzoílo. Es cierto que me salían menos granos y espinillas, pero no terminaban de solucionar el problema de fondo que hacía que me saliesen granos tipo nódulo quístico (profundos y gordos vamos, de los que dejan marca hagas lo que hagas).
De nuevo, hago hincapié en que cada persona es un mundo y lo que a mí no me funcionó puede que a ti sí y viceversa. Es decir, el que lea esto que no se tome el post como la biblia sino más como un consejo a tener en cuenta para explorar posibilidades.

Al final el dermatólogo me recomendó, ya como la última posibilidad para tratar el acné medio-severo de tipo quístico, empezar con la isotetrinoína.
- Ventaja: funciona en la amplia mayoría de la gente, por muy severo que sea su caso. (Y juro que hay imágenes en google de gente con la cara realmente mal, y la isotetrinoína hizo mejoras realmente milagrosas)
- Inconvenientes: te seca bastante la piel y tienes que estar echándote hidratante cada dos por tres, es teratogénico (no te puedes quedar embarazada por riesgo para el feto, por eso normalmente te recetan la píldora anticonceptiva simultáneamente) y te tienes que hacer análisis de sangre frecuentemente (creo recordar cada mes) para controlar el hígado.

Como soy una cobarde en lo que a agujas y análisis de sangre se refiere, y además justo me iba de erasmus a Bélgica durante unos meses, rechacé el tratamiento. Ya me lo plantearía a la vuelta a España si seguía desesperada y el acné seguía sin mejorar.

Cuando volví, ya había terminado el máster y tenía mucho tiempo libre, así que me puse a investigar por internet en páginas dedicadas a tratar este tema. Una muy buena es: https://www.acne.org/
Contiene muchos consejos, explicaciones de los tratamientos existentes para reducir el acné, posibilidades para reducir las cicatrices y opiniones de gente que lo ha probado, desmonta mitos, etc. También es especialmente útil una tabla con productos químicos a evitar en tus cremas y maquillaje porque tienden a bloquear los poros y estimular el acné:


Por otro lado, investigué y leí unos cuantos artículos científicos sobre la relación entre la alimentación y el acné. No hablo de páginas rollo cosmopolitan o buzzfeed, hablo de artículos en revistas científicas de verdad. ¿Y qué es lo que dicen? Básicamente, hay estudios que muestran que puede (may or may not) haber una relación entre la dieta y la severidad del acné, pero no son resultados concluyentes.
Por ejemplo, se postuló que consumir cantidades altas de productos lácteos podía tener una influencia en la aparición de acné por contener proteínas similares a la insulina, que estimulan la producción de grasa facial. Pero finalmente se dieron los resultados por inválidos,  bien por no mostrar diferencias estadísticamente significativas o bien porque dependían en la memoria subjetiva del paciente (se habían hecho sondeos a los pacientes para preguntarles por su dieta y acné en la época de adolescente, con lo cual, si ya han pasado unos años... la memoria ya no es tan fiable y no es un criterio objetivo).
Otros alimentos estudiados fueron:
- Chocolate: por un lado tiene antioxidantes, que son buenos, pero por otro lado consumir chocolate que contiene leche parece aumentar los niveles de insulina en sangre, y esto está relacionado con mayor producción de células epiteliales y grasa facial a través de las glándulas sebáceas, que ayuda a bloquear los poros y generar un buen caldo de cultivo para las bacterias que provocan el acné. De nuevo: no son resultados concluyentes, pero en cualquier caso, el chocolate negro es mejor que con leche.
- Comida grasienta: lo mismo que en el caso anterior, no hay resultados estadísticamente significativos pero ingerir gran cantidad de lípidos/grasas parece estimular las glándulas sebáceas que producen más sebo facial, inflaman la piel y es más fácil que se bloqueen poros.
- Omega 3/ Omega 6: En una dieta típica occidental consumimos más alimentos que contienen grasas tipo Omega 6 que Omega 3, y parece ser más beneficioso mantener un ratio más equilibrado de estos dos. El omega-3 ayuda a modular la inflamación, por lo que siendo el acné una enfermedad inflamatoria, puede ser de ayuda.
- Zinc: los alimentos que contienen zinc como muchas carnes, o ingerir suplementos de zinz, parecen tener una relación directa con la mejoría del acné.
- Dietas para bajar de peso: parece que en las dietas en las que se reduce las calorías ingeridas, mientras que se adelgaza, la piel suele experimentar también una mejoría en cuanto a acné debido a una menor producción de sebo facial. Sin embargo, para algunas personas el acné vuelve a aparecer cuando vuelven a su dieta normal.

- Dietas con baja carga glucémica: para mí, esta fue la clave. Como soy de constitución delgada y puedo comer cualquier cosa sin realmente engordar, nunca pensé que esto me estuviese afectando interiormente y menos a nivel de la piel, pero parece ser que sí. De nuevo, no hay una relación directa según los científicos entre esta dieta y la mejora del acné, pero en mi caso, tras estar 4 semanas vigilando mi dieta ya noté una gran mejoría.
¿Cuál es la base? Los alimentos con bajo índice glucémico (ver Tabla aquí) se digieren más despacio y no dan picos altos de nivel de glucosa en sangre. Mantener niveles altos de glucosa en sangre es malo para salud en muchos aspectos (diabetes, enfermedades cardiovasculares, problemas del riñón...), pero es que además ayuda a aumentar los niveles de insulina en sangre y tachán! -> Mayor producción de células epiteliales + grasa facial -> más fácil bloquear poros -> más fácil que se inflamen -> hay bacterias alrededor -> más fácil provocar acné.

¿Cambié drásticamente mi dieta? NO. Lo que hice fue tener más cuidado con lo que comía, en qué cantidades, y sustituí ciertos alimentos. Por ejemplo: cambié el pan blanco por el integral (y si como pan blanco tomo un trozo pequeño, no media barra), para desayunar y merendar eliminé completamente las galletas, bollería prefabricada, bizcochos, etc. por cerelaes integrales, con fibra, avena y semillas. Ojo aquí porque es muy fácil irse al muesly, pero muchas bolsas prefabricadas de muesly tienen mogollón de azúcares añadidos y si los tomas te cargas esta dieta.
Y no cambié mucho más... harina integral en vez de blanca para cocinar, dejé de echarme azúcar en el café, me pasé a la coca-cola zero, y reduje un poquito las porciones de arroz blanco como acompañamiento. Nunca he sido de comer mucha fruta y verdura y eso tampoco lo he cambiado, aunque sería recomendable evidentemente.
Durante ese período de prueba también estuve utilizando el peróxido de benzoílo en las zonas más conflictivas de mi cara, siguiendo los consejos de acne.org. Anteriormente esta crema no me había hecho mucho efecto, pero combinada con el factor dieta creo que me hizo mucho más efecto.

En cualquier caso, a partir de las 4 semanas / un mes, noté una gran mejoría: dejaron de salirme granos profundos de tipo quístico sino más pequeños y con mucha menos frecuencia que antes. A día de hoy sigo controlando un poco lo que como, pero de vez en cuando me doy algún capricho y sin mayores problemas. No es una dieta milagrosa, no me he librado del todo del acné, pero sin duda mi piel está mucho mejor de lo que ha estado en años y a mí me basta.
Algo que me ha ayudado mucho también  es lavarme la cara con una espuma jabonosa de Avéne para pieles sensibles llamada Cleansing foam o Mousse nettoyante, y enjuagar con agua tibia-fría (NO CALIENTE, ya que irrita los poros, seca la piel y ayuda a que se bloqueen). Después rápidamente secar con una toalla dando golpecitos suaves (NUNCA arrastar la toalla rascando cual estropajo, irrita muchísimo, se inflama la piel y de nuevo beneficia al acné), y finalmente uso la crema hidratante ligera de Avéne (Hydrance optimale hydratante lègère). No me gusta hacer publicidad, pero para mí personalmente son productos muy buenos, no comedogénicos y muy delicados con pieles sensibles.

Mi consejo final: ve al dermatólogo a que evalúe tu caso y prueba los antibióticos, hormonas u otros medicamentos que te recomiende. Si aún así pasa el tiempo y no notas mejoría, analiza tu dieta y pon en práctica mis consejos: durante un mes deja las galletas, bollería, patatas fritas, y limita la cantidad de arroz blanco y pan que ingieres.

A propósito, el estrés y la ansiedad también están relacionadas con el acné. Ya sé que nadie quiere vivir estresado a propósito pero bueno... quien avisa no es traidor.