domingo, 5 de enero de 2014

Las 10 fases pre-examen

Los estudiantes sufrimos mucho. Especialmente con la llegada de los exámenes, entregas, trabajos, y otros estresantes sucesos de nuestra vida cotidiana. En otros universos paralelos este tipo de cosas están prohibidas, como mucho son técnicas que utiliza el FBI para torturar cruelmente a sus sospechosos, pero... por desgracia, a nosotros nos ha tocado vivir en esta versión de universo en particular, y tenemos que apechugar con todo el estrés que acarrea.
Pero no os preocupéis, porque aquí vengo yo para explicaros las fases (libraros de ellas no puedo) por las que pasamos durante nuestra estresante vida de estudiantes:

1. Tranquilidad. La lejanía del examen apenas nos afecta emocionalmente. Falta mucho tiempo aún y no nos preocupamos. "Meh, mi futuro yo ya se encargará de ello",  piensas mientras que ves una peli y comes un gofre con chocolate.
2. Creciente nerviosismo según pasa el tiempo. Empezamos a ser conscientes de la proximidad del examen, pero aún no hacemos nada con respecto a ello. "Malo será que no me dé tiempo..."
3. Negación y falsa tranquilidad. Insistimos en mantener la calma y autoconvencernos de que aún queda mucho tiempo para estudiar, cuando, realmente, sabemos que no es así. Observamos con recelo la pila de hojas que se amontona en el escritorio.
4. Comienza el estudio. Por fin, decidimos que es el momento apropiado de ponerse a estudiar (aunque en realidad ese momento ya pasó hace semanas, pero no es bueno recriminarnos cosas, que luego nos estresamos y pueden salir úlceras y otras cosas feas).
5. Pánico. Demasiada materia y tiempo claramente insuficiente. Te tropiezas con la dura realidad y descubres que esto no es Hogwarts, que no posees ningún giratiempo y que lo tienes crudo, chaval.
6. Estudio frenético durante varias horas, donde no sabes si consultar tus apuntes (que ahora te das cuenta de que son mediocres), la interminable bibliografía recomendada, o rezarle a Jesús,María y José. Te chutas a café y empiezas a pillar el famoso moreno-flexo.
7. Las horas de estudio traen consecuencias nefastas para tu cerebro y necesitas relajarte un poco, así que decides ver alguna que otra serie. Después sientes remordimientos por haber perdido valiosos minutos viendo una peli/serie y te enfadas contigo mismo. Decides que ahora tienes que compensarlo y ponerte a rendimiento máximo. Pero antes, tienes que recargar las pilas y te vas a la cocina a merendar.
8. Más estudio frenético, cuentas las hojas que te quedan aún por estudiar leer, que parece que se multiplican, y te desesperas. La cuentaatrás hasta el día del examen se hace más real.
9. Pasotismo. Has hecho lo que has podido, estudiaste lo que el tiempo del que disponías buenamente te ha permitido, y ya todo te da igual. Estás saturado de estudiar y lo que tenga que ser será. La suerte está echada. Te vas a ver otra serie, total, pa' lo que vas a estudiar, es mejor relajarse.
Y por fin...
10. Día D(del examen). Tus nobles conocimientos adquiridos en los últimos días -que por cierto serán olvidados en el mismo intervalo de tiempo- serán puestos a prueba. Sabes que te van a frungir vivo, tanto si has estudiado como si no, así que no te molestes en ponerte nervioso.
O... puedes ir tranquilo y con confianza en ti mismo. En cualquier caso, no te pongas nervioso porque a) es completamente inútil, b) no sirve de nada, c)¿he dicho ya que no ayuda?, d) si estás nervioso puedes bloquearte y quedarte en blanco, e) yendo tranquilo se recuerda y se piensa mejor.


PD: ahora mismo creo que estoy en el paso 7, procrastinando en el blog, de lo que más tarde me arrepentiré viendo el tocho de apuntes que aún me tengo que estudiar.

PD2: en fin, si algo podéis aprender de esto es: no seáis como yo. Organizaros mejor el tiempo de estudio y nunca -nunca subrayado- estudiéis con el ordenador delante. Aquí estoy yo, de ejemplo viviente.