Dejadme que os diga una cosa. Si escuchas una canción, una y
otra vez, es porque realmente te gusta y… porque te ha llegado al alma, te hace
emocionarte cuando la escuchas, o quizás te sientes identificado con la letra.
A veces una combinación de acordes te parece simplemente perfecta, y no puedes
parar de escucharla. Incluso se te ponen los pelos de punta, seguro que os ha
pasado alguna vez. Me encanta cuando me ocurre algo así. Cuando encuentras una
canción que te hace sentir todo eso… tienes un tesoro en tus manos.
Creo que la vida no sería lo mismo sin la música. No sé si
yo podría vivir sin la música. No, en serio, planteároslo de verdad: ¿seríais
capaces? Supongo que al final sí, vivir viviría de todas formas, pero sentiría que me falta algo, como la pieza
más importante del puzzle.
Para mí (y estoy segura de que no soy la única) la música es
como un refugio. Cuando tengo algún problema, un día realmente horrible en el
que sólo me apetece llorar o no hablar con nadie, o todo lo contrario y estoy
de muy buen humor, la música siempre está allí. Hay una canción para cada
situación y cada estado de ánimo. Además, es como si te ayudara, ¿no? No sé,
como terapéutica o algo parecido.
También es curiosa la forma en que una canción te trae
recuerdos. Mientras que Happy ending
de Mika me deja medio deprimida, Dynamite
de Taio Cruz me alegra al 100%. Porque claro, ambas las tengo asociadas a
recuerdos.
Aunque no sabría decir si te ayuda o casi todo lo contrario.
Si estás de buen humor vale, pero sino… y encima te pones a escuchas canciones
deprimentes, te hundes en la miseria.
En fin, paranoias mías de madrugada.
Ah y ¡he vuelto! Un saludo a todos :)